Al Alma no le preocupa el tiempo o el espacio.
Rodeada de dificultades personales, el Alma ríe.
Cuando estás preocupado porque alguien
no te ama, o porque te rechazan,
o por perder el trabajo, el Alma está diciendo:
“¡Qué bien! ¡Qué emocionante! ¡Una nueva aventura!”
Tienes miedo de morirte de hambre
y el Alma está diciendo: “¡Qué bueno!
Vamos a perder peso; esto va a ser maravilloso.”
Estás preocupado de que no te alcance dinero
para pagar las cuotas del auto; y el alma está diciendo:
“Tendremos que andar en bicicleta o caminar,
y veremos todo de una manera más lenta y relajada.”
Piensas que ésta es una filosofía idiota,
pero el Alma dice: “¡Sí! Esto es lo divino.”
Tomado del libro: ¿Cómo se siente ser tu? de John Roger y Paul Kaye.
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