Era una persona común y corriente como
cualquiera que vive en esta época, muy estresada, con cambios de humor y culpando
a todo y a todos de lo que me pasaba, juzgándolo todo y a todos y criticando
desde el gobierno hasta mi esposo.
Ya mi decisión de hacer cambios en mi vida
había comenzado años atrás en el grupo de oración de mi parroquia, y en mi
constante búsqueda de paz asistí a uno de los retiros que hacia durante el
año, durante el mismo, por primera vez, oí el nombre de CECURA por el padre
Marciano, quien oficiaba la eucaristía.
¿Qué es esto?, me intrigó mucho. Luego nos invitaron a
asistir a los grupos de crecimiento semanales de Curación de Actitudes, y de ser una curiosidad, CECURA Santo Domingo
se convirtió para mí en algo muy especial, mi proceso de cambio que ya sabía
necesitaba, se complemento con CECURA,
En CECURA Santo Domingo he aprendido que:
Somos AMORQue no es el otro, soy yo
Que ahora es único tiempo que existe
Que la paz la debo conservar a pesar de todo lo que suceda, es mi elección
Que soy responsable de cómo me siento y de cómo veo las cosas
Que los grupos de crecimientos son importantes porque en ellos somos maestros y discípulos unos de otros.
¿Qué es CECURA Santo Domingo para mí?
Es un grupo en el cual nadie te juzga,
todos te escuchan y solo si quieres oír y observar puedes hacerlo, en CECURA me
siento en casa.Dra. Alma González
Miembro Junta Directiva Cecura Santo Domingo