miércoles, 20 de mayo de 2015

TU ACTITUD DETERMINA TU ALTITUD

Pepe siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, el respondía: “Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”
Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Pepe era por su actitud.
Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunté:
“No lo entiendo… no es posible ser una persona positiva todo el tiempo. ¿Cómo lo haces?…”
Pepe respondió:
“Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: Pepe, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor.Escojo estar de buen humor.Cada vez que sucede algo malo,puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de la vida”.
“Si, claro, pero no es tan fácil”, protesté.
“Si lo es”, dijo Pepe. “Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tu eliges cómo reaccionas ante cada situación, tu eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA”.
Reflexioné en lo que Pepe me dijo…
Poco tiempo después, dejé la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fué asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fué encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica.
Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió:
“Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”.
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto.
Contestó: “lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir”.
“¿No sentiste miedo?” Le pregunté.
Pepe continuó: “Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en sus caras y de las enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: . Supe entonces que debía tomar una decisión…..”
“¿Qué hiciste?” Pregunté.
“Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: – “Si, a las balas”
Mientras reían, les dije: “estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto”.
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud.
Cada día tenemos la elección de vivir plenamente.
 La ACTITUD, al final, lo es todo….
 Autor : Luis Castellanos
Fuente: altaeducacion.org 
Fuente original: La Ruta de la Iluminación

miércoles, 29 de abril de 2015

SIGUE A TU CORAZON

     Seguir el dictado de nuestro corazón acorta el camino a casa, al hogar que en realidad nunca hemos abandonado. A nuestro ego le gusta convertir al intelecto en nuestro dios porque sabe que el intelecto es incapaz de experimentar Amor o de experimentar a Dios.
 
Experimentar a Dios no es un proceso intelectual. Cuando hacemos de nuestro cerebro y de nuestro intelecto nuestros dioses nos olvidamos de Dios. Nos quedamos pegados a la realidad que determinan nuestro intelecto y nuestros sentidos físicos.
 
Nuestro ego nos engaña haciéndonos  creer que si algo no puede ser medido y duplicado no tiene valor científico y, por lo tanto, no merece la pena aceptarlo ni considerarlo. Y, además, nos hace creer que lo único real es lo que tiene forma física.
 
Frecuentemente escuchamos esta afirmación: " Si no puedo ver a Dios con mis propios ojos, entonces, no existe, no es real; solo es una ilusión".  Lo último que quieren nuestros egos es que creamos en algo que no podemos ver con los ojos ni tocar las manos.
 
Nuestros egos quieren que olvidemos que Dios es una experiencia  del corazón y del alma, que trasciende los sentidos físicos, el tiempo y el espacio. Cuando permitimos que nuestros corazones  sean nuestros ojos, nuestras orejas, y nuestros receptores sensoriales, tenemos la sensación inconmensurable  de conocer el Amor y de conocer a Dios.
Sabrás que estás tomando un atajo hacia Dios cuando desde el primer momento sigas a tu corazón.
 
Tomado del libro: Atajos hacia Dios
Autor: Jerry Jampolsky (Fundador Centro Curación de Actitudes)

miércoles, 4 de marzo de 2015

MI EXPERIENCIA EN CECURA SANTO DOMINGO


 Era una persona común y corriente como cualquiera que vive en esta época, muy estresada, con cambios de humor y culpando a todo y a todos de lo que me pasaba, juzgándolo todo y a todos y criticando desde el gobierno hasta mi esposo.

Ya mi decisión de hacer cambios en mi vida había comenzado años atrás en el grupo de oración de mi parroquia, y en mi constante búsqueda de paz asistí a uno de los retiros que hacia durante el año, durante  el mismo, por primera vez, oí el nombre de CECURA  por   el padre Marciano,  quien oficiaba la eucaristía.  ¿Qué es esto?, me intrigó mucho.  Luego nos invitaron   a asistir a los grupos de crecimiento semanales de Curación de Actitudes, y de ser una curiosidad, CECURA Santo Domingo se convirtió para mí en algo muy especial, mi proceso de cambio que ya sabía necesitaba, se complemento con CECURA,

En CECURA Santo Domingo he aprendido que:
Somos AMOR
Que no es el otro, soy yo
Que ahora es único tiempo que existe
Que la paz la debo conservar a pesar de todo lo que suceda, es mi elección
Que soy responsable de cómo me siento y de cómo veo las cosas
Que los grupos de crecimientos son importantes porque en ellos somos maestros y discípulos unos de otros.

¿Qué es CECURA Santo Domingo para mí?
Es un grupo en el cual nadie te juzga, todos te escuchan y solo si quieres oír y observar puedes hacerlo, en CECURA me siento en casa.

Dra. Alma González
Miembro Junta Directiva Cecura Santo Domingo